Cómo hacer nieve artificial casera para jugar
Con el frío que nos está haciendo y las nevadas que están cayendo, ¿a quién no le apetece ponerse a jugar con la nieve? Si sois de los suertudos que pueden disfrutar de salir a tocar la nieve real es maravilloso, pero para quien no la tenemos cerca aunque sí tengamos mucho frío, hoy os enseñamos cómo hacer nieve artificial en casa de una forma muy fácil y sencilla.
Receta de nieve artificial casera
Esta receta no se recomienda para niños menores de tres años, ya que los ingredientes no son comestibles. Si vuestros niños son menores de 3 años, podéis hacerlo con tres partes de bicarbonato de sodio por una de agua. Nosotros no pudimos encontrar bicarbonato sódico en formato grande así que finalmente hicimos la receta que os muestro a continuación, que queda una textura genial pero no es comestible.
Estos son los ingredientes que necesitamos:
- 300 gramos de harina fina de maíz (tipo maizena)
- Un bote de espuma de afeitar
- Un recipiente grande donde poner la masa y jugar con ella.
Preparación
Es tan fácil y sencillo como mezclar los ingredientes.
En primer lugar echamos la espuma de afeitar…
Una vez tenemos toda la espuma, esparcimos por encima la harina poco a poco y mezclamos con las manos.
Es una experiencia sensorial muy agradable, así que ¡disfrutad!
La cantidad de harina dependerá de cómo sea de grande vuestro tubo de espuma de afeitar o también de la consistencia de la misma. Tiene que quedar una textura que permita hacer bolas apretando la «nieve».
Nos queda una caja sensorial de nieve artificial en la que los niños pueden experimentar sensorialmente una textura muy parecida a la de la nieve real.
Su textura permite hacer bolas que quedan compactadas cuando las presionas.
E incluso podemos hacer muñecos de nieve.
Para la carita usamos unos botones negros y un trozo fino de zanahoria.
De gorro usamos una pieza de un juego que teníamos en forma de cubo redondeado pero podemos usar cualquier tapón de leche.
Y para los brazos palillos de dientes.
La bufanda es un trozo de fieltro cortado con la forma.
Es una masa que ensucia un poco, así que usamos un babi de manualidades. Después las manchas salen bien, pero así no ensuciamos la ropa.
Beneficios de jugar con una caja sensorial de nieve
Con esta actividad de caja sensorial de nieve los niños experimentan varios beneficios:
- Desarrollan la psicomotricidad fina. Haciendo bolas de nieve, su textura es muy peculiar, ya que para realizar una bola se debe apretar la nieve pero son sorprendentemente frágiles y una vez realizadas si les aplicas presión en pequeños puntos se deshacen, así que tienen que aprender esta reacción de la masa y tenerla en cuenta a la hora de construir sus muñecos.
- Aprenden a través de los sentidos. Con las cajas sensoriales los niños aprenden a través de los sentidos acerca de la materia, peso, temperatura, fragilidad, olor, color, forma…
- Adquisición de lenguaje. A través de la experimentación se hace necesario el lenguaje para describir todo aquello que están sintiendo, así que podemos incorporar nuevo vocabulario ayudándole a expresar aquello que está experimentando, como por ejemplo húmedo, frágil, grande, pequeño, delicado…
- Concentración. Cuando los niños están con las manos en la masa están muy concentrados con la experimentación absorbiendo así todo el aprendizaje.
- Fomenta la imaginación. Jugando con esta masa sensorial los niños imaginan sus historias creando paisajes, situaciones ficticias…
Es una experiencia sensorial muy gratificante para los niños que lo pasan genial jugando con la «nieve». ¡Todo un placer para los sentidos!
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